Mientras el gobernador Fracisco Pérez recorría salones y comidas promocionales en Nueva York, en Mendoza se blanqueó el fracaso de su intento por colocarse como centro de la campaña.
Mientras el gobernador Fracisco Pérez recorría salones y comidas promocionales en Nueva York, en Mendoza se blanqueó el fracaso de su intento por colocarse, junto a la presidenta Cristina Fernández, al frente de la campaña de la lista que encabeza el intendente de Guaymallén, Alejandro Abraham. Este martes, Mario Riorda, jefe de marketing del Gobierno de Pérez y principal pieza para la ejecución de la estrategia pensada para posicionar al mandatario en el centro del escenario electoral, confirmó su salida del equipo de campaña que conforma el Frente para la Victoria en Mendoza.
Riorda confirmó el distanciamiento de la campaña local en declaraciones a radio Mitre Mendoza. El comunicador político que más fama ganó en el país en los últimos años, hombre clave de la estrategia de marketing del ANSES, trazó un plan para la campaña de Mendoza con Paco Pérez como principal figura y los candidatos Abraham y Omar Félix como acompañantes de reparto.
Un día antes de la confirmación de su salida de la campaña de Mendoza, Riorda dejó en claro los fundamentos técnicos comunicacionales de su propuesta en una reflexión sobre el resultado de las elecciones de Misiones, del último domingo, donde asesoró al oficialismo del gobernador Maurice Closs, que se impuso en los comicios provinciales.
"La campaña de Misiones adelantó un hecho básico y obvio que no hay que olvidar: se vota a personas antes que a partidos. Estos ayudan, pero no determinan. Esto no es un juicio de valor, es un dato", advirtió el catedrático cordobés que también está con la vista fina puesta en la campaña de Camau Espínola, que aspira a gobernar Corrientes desde la lista del Frente para la Victoria.
En Mendoza, según trascendió de los protagonistas de la campaña local, Riorda expuso ante la cúpula del Frente para la Victoria que a Abraham y Félix los conoce poco la gente, mientras al gobernador no sólo se lo conoce, sino que se lo valora en las encuestas de imagen que apoyan sus estrategias. Entonces, el plan del gurú era que la campaña la encabezara Pérez, con el apoyo desde la Nación de Cristina Fernández, mientras Abraham se dedicaba a gobernar y mostrar logros en su municipio.
Nada que ver con los planes que tenía en mente Abraham, presidente del PJ mendocino y socio político del vicegobernador Carlos Ciurca y el intendente de Guaymallén, Rubén Miranda. Estos plantean que la campaña es el momento para extender las fronteras territoriales del conocimiento sobre la figura y la acción de gobierno municipal del principal candidato de la lista de diputados nacionales del oficialismo provincial.
En las elecciones legislativas el gobernador Francisco Pérez se juega las condiciones de gobernabilidad de los dos últimos años de su mandato, que de por si implican una pérdida de poder porque no hay chances de reelección. Encabezar la campaña y conseguir un buen resultado le daría margen al mandatario para mantenerse con poder, algo que no ocurrirá si es actor secundario de la campaña.
En los corrillos de la Casa de Gobierno justifican la salida de Riorda con un argumento que apela a los egos profesionales como principal causa. Dicen que el catedrático se fue porque le molestaron las filtraciones a los medios de la línea que bajó en una reunión con la cúpula política de la campaña del oficialismo.
Más allá de la veracidad de los enojos, la estrategia pretendida por el gurú no tiene chances de ser aceptada por Ciurca, Abraham y Miranda, que se juegan en las elecciones legislativas su futuro en la cúspide del poder del peronismo, escenario necesario para dar pelea por la gobernación para un candidato del espacio en 2015. Abraham ya postuló a Rubén Miranda como gobernador.
